"La #CIDH urge al Estado de #ElSalvador investigar los hechos con debida diligencia, considerando dentro de las líneas de investigación la identidad/expresión de género de la víctima y su labor de defensa de #DDHH como posibles motivaciones del delito", publicó en Twitter el órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El llamado de la CIDH se da en reacción al asesinato de Zashy Zuley del Cid, una mujer trans, perpetrado el domingo en el oriental departamento de San Miguel.
El ente condenó el hecho, del que las autoridades de Seguridad no han brindado mayor información, y también llamó al Estado de El Salvador a "garantizar la integridad personal, seguridad y vida de las mujeres trans, incluyendo las defensoras, quienes están expuestas a violencia basada en prejuicios contra su identidad/expresión de género y labor de defensa de #DDHH".
El crimen también fue condenado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), entidad que señaló que la víctima formaba parte de un grupo comunitario de personas LGBTI apoyado por ese organismo y de la organización Comunicando y Capacitando Trans (Comcavis Trans).
La ACNUR y Comcavis Trans apoyaron a Del Cid con asistencia humanitaria y alojamiento luego de haber sido forzada a huir de su hogar por amenazas de pandillas, indicó el lunes en un comunicado.
Señaló que Del Cid estaba en un proceso de formación para emprendedores y recibía apoyo de ambas organizaciones, en el marco de un proyecto de protección y medios de vida para personas desplazadas internamente en el país.
La organización añadió que, en El Salvador, las personas LGBTI "sufren riesgos graves de desplazamiento forzado interno debido a la discriminación, persecución y amenazas por su orientación sexual o expresión de género".
Llamó a las autoridades salvadoreñas competentes a realizar las investigaciones necesarias y brindar justicia para las personas LGBTI víctimas de la violencia en el país y sus familias.
Según cifras de la organización Comunicando y Capacitando Trans, más de 600 asesinatos de personas LGBTI han sido registrados desde 1993 en El Salvador.